GRACIAS



 Foto mía, mujer selva.


Hoy escribo desde otro lado del tono de luz, uno más cercano a la calidez…un tono más cercano a un amanecer frente al mar.

 

Este espacio por supuesto siempre ha sido un desahogo personal, de traumas, frustraciones, tristezas, cosas sin sentido…situaciones absurdas que a otras personas “normales” les pueden parecer poca cosa y exageración de mi parte.

 

Agradezco a este nidito que hice con las hojas de mis recuerdos, el viento de mi memoria y las semillas de mis deseos.

 

Pero hoy escribo casi por primera vez desde la luz, también desde el agradecimiento y desde el sentir que la vida “se la mama” en la ruleta rusa y en los lugares que nos da para vivir.

 

Confieso y disculpen la soberbia posible, pero es el primer año que me siento casi plena, es la primera vez que siento que mi trabajo es reconocido, que mi constancia es escuchada.

 

La verdad, simplemente estaba harta de cobrar 150 pesos por nota. Sí, 150: cuando con eso no es posible ni siquiera llenar un cuarto de tanque de gasolina. 

 

Y tampoco es que mi pluma sea de oro, pero creo 7 de cada 10 era consciente de saber lo que escribía.

 

En fin, hoy me siento contenta y agradecida, agradecida con la vida, con las diosas y el dios cristiano con el que me formé, agradecida con cada persona que me ha abrazado, apapachado, impulsado, con cada ser que me ha deseado el bien posible y hasta con cada personas que me mantuvo en mis tiempos de crisis económicas.

 

Y a ellas, ellos, elles, les deseo todo el bien posible del mundo.

 

La vida es extraña, tiene sus asegunes, sus ratos verdaderamente malos y de repente la muy ingrata se viste de buena.

 

Yo me quedo con la vida buena, la vida que merecemos, la vida que nos de tranquilidad desde el alma.

 

Posdata: he sido una miserable, farsante, pero igualmente soy buena persona o eso creo y por lo tanto le exijo a la vida mi cuota.

 

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